Motivación inicial
Hace poco tiempo publiqué un post titulado: ventajas, peligros y desventajas de la inteligencia artificial en la asesoría académica, como parte de varias publicaciones referidas a esta importante actividad que involucra una gran responsabilidad y compromiso de quienes la realizan.
Basado en dichas ventajas se me ocurrió preguntar a la Inteligencia Artificial qué piensa que deben hacer las personas antes de embarcarse en la aventura de cursar una carrera universitaria; especialmente cuando se trata de jóvenes en la etapa adolescente. En esta oportunidad refiriéndome al caso específico de la República Bolivariana de Venezuela, pero aplicable seguramente, a otros países.
Su respuesta giró alrededor de las siguientes ideas:
1.-La existencia de la oficina de planificación del sector universitario (OPSU), organismo adscrito al Consejo Nacional de Universidades en Venezuela, creado en 1974 para fortalecer y planificar la educación superior cuyo fin es garantizar el acceso equitativo y organizado a las universidades públicas y privadas y cuya misión es buscar mejorar la educación superior venezolana mediante la planificación, evaluación y asesoría técnica, promoviendo un sistema universitario que responda a las necesidades sociales, económicas y culturales del país.
2.-Conocer sus funciones principales como gestionar el sistema nacional de ingreso (SNI) mediante la coordinación del proceso de asignación de cupos universitarios para estudiantes de educación media; la recolección y validación de datos académicos como el registro de notas y el cálculo del índice académico de los aspirantes, la orientación vocacional, evaluación de la demanda de las carreras y facilitar el acceso a sectores históricamente excluidos.
3.-Las preguntas a la población adolescente deben demostrar empatía para lograr explorar y luego ayudar a la identificación de intereses, habilidades, aspiraciones y su contexto social.
Ahora bien: tomando en cuenta lo que la I.A me respondió, vemos claramente que hay preguntas clave estructuradas que cualquier orientador vocacional debería hacerle a los aspirantes a ingresar a la educación universitaria. ¿Cuáles serías estas preguntas?
Preguntas de exploración de intereses personales
¿Qué actividades disfrutas realizar en tu tiempo libre?
¿Cuáles son las materias que más te gustan y por qué?
¿Qué profesión te ha llamado la atención últimamente?
¿Cuáles son los temas y contenidos que te gusta investigar y puedes pasar horas haciéndolo sin aburrirte?
Preguntas para identificación de talentos y habilidades
¿En cuál de las actividades que realizas sientes que más te destacas?
¿De las cosas que haces, cuál te dicen tus profesores, amigos o familiares que haces mejor?
¿Cuál de las siguientes actividades prefieres: creativas, prácticas, teóricas o de interacción con las personas?
Preguntas para descubrir los valores, propósitos y grado de motivación
¿Conoces el listado de carreras disponibles en tu país?
¿Sabes qué carreras cuentan con mayor cantidad de profesionales y cuáles tienen mayor demanda actualmente?
¿Sabes cómo se realiza el proceso de selección y qué peso tiene tu índice académico (notas) en dicho proceso?
Preguntas de autoevaluación y decisiones conscientes
¿Entre las carreras que conoces cuáles escogerías si tuvieras que decidir hoy mismo?
¿Qué dudas tienes al escoger una carrera que te guste?
¿Te gustaría tener una conversación con algún profesional o egresado de alguna de esas carreras para que te acare tus dudas?
Aunque existen otras preguntas que pueden añadirse a un cuestionario, estas son las más cruciales para que un adolescente reciba la ayuda necesaria para reflexionar sobre sus motivaciones, intereses y expectativas; además le permitirán tomar una decisión más informada y consciente.
Es importante acotar que estas mismas preguntas (en su mayoría) son también aplicables a personas adultas que tienen el propósito de realizar estudios universitarios para la obtención de un título en cualquiera de las carreras que decida seguir.
Dejando atrás a los aspirantes (adolescentes y adultos) que quieren la obtención de un título universitario, nos centraremos en personas adultas que ya posean un título de profesional y sienten el deseo de seguir creciendo. Me refiero a quienes quieren cursar postgrados.
¿Qué preguntas debe hacerse una persona antes de inscribirse, o matricularse en un postgrado?
Tomar la decisión de hacer un postgrado es un paso significativo que requiere una introspección profunda y una planificación cuidadosa por parte de la persona interesada. No se trata simplemente de una extensión de la educación universitaria con la que obtuvo su título profesional; es una inversión considerable de tiempo, dinero y esfuerzo. Por esa razón, antes de tomar esta decisión, es fundamental que te hagas las siguientes preguntas:
¿Cuál es mi objetivo principal al hacer este postgrado?
¿Busco avanzar en mi carrera actual, cambiar de profesión, adquirir una especialización, mejorar mi salario o simplemente lo haré por interés intelectual?
¿La claridad acerca de tus motivaciones o objetivos realmente me ayudará a elegir el programa adecuado?
¿Realmente necesito este postgrado para alcanzar mis metas profesionales?
¿El título que obtendré es indispensable en el campo que me interesa, o tal vez la experiencia laboral, las certificaciones o cursos más cortos podrían ser igual de efectivos o incluso más beneficiosos en mi carrera?
¿Cómo encaja este postgrado con mi plan de carrera a largo plazo?
¿Dónde quiero estar en 5 o 10 años y cómo este programa me impulsará hacia esa visión?
¿Estoy lo suficientemente apasionado/a por este campo como para dedicarle años adicionales de estudio intensivo?
¿Qué tipo de postgrado es el más adecuado para mí (Maestría, Doctorado, Especialización, Diplomado)?
¿Cuál de ellos se ajusta mejor a mis aspiraciones?
¿Cuál es el grado de prestigio y la reputación del programa y de la institución educativa que lo ofrece?
¿Los docentes, publicaciones, ex-alumnos y oportunidades de investigación y las prácticas son de calidad?
¿Hay demanda laboral para los profesionales que egresan de este postgrado?
¿Dispongo del tiempo y la energía necesarios para dedicarme a los estudios de postgrado?
¿Mi situación laboral, familiar y personal me permite dedicar tiempo, recursos, esfuerzos y energías al postgrado?
¿Estoy preparado/a para el rigor académico y la presión del postgrado?
¿Cómo impactará este postgrado en mi vida personal y social?
Ahora quiero que reflexiones acerca de lo que a continuación te voy a comunicar, y no lo hago para crear temor alguno; sino por el contrario, para que tu decisión sea tomada con firmeza, y con la plena convicción de que no desfallecerás en el intento.
Un doctorado es una de las decisiones académicas y profesionales más trascendentales que puede tomar una persona; no es solo un grado más, es un compromiso profundo con la investigación, con la generación de conocimiento y algunas veces una redefinición de su trayectoria profesional, por eso es importante que antes de dar este paso, te hagas una serie de preguntas clave para asegurar que estás tomando la decisión correcta.
¿Qué preguntas debe hacerse una persona antes de iniciar estudios doctorales?
¿Estoy dispuesto/a a dedicar entre 3 y 7 años (o más) de mi vida a este proyecto?
¿Un doctorado me abrirá puertas laborales que de otra forma estarían cerradas?
¿Conozco y entiendo lo que implica ser un investigador o un académico? ¿Estoy preparado para la soledad y la auto-motivación que a menudo conlleva la investigación doctoral?
¿Cuáles son los requisitos específicos del programa doctoral al que deseo matricularme?
¿Cómo impactará el doctorado en mi vida personal (relaciones, familia, ocio, y salud mental)?
¿Qué sacrificios voy a pedir que hagan mis seres queridos mientras realizo mis estudios doctorales?
Para finalizar
Ahora que has llegado hasta el final de esta publicación cuyo fin es ponerte en contexto con tan solo una parte de las responsabilidades que tenemos quienes cumplimos el importante rol de asesores académicos, quiero que comentes cuál es tu opinión sobre el tema, porque más allá de nuestras tareas visibles, hay un compromiso constante con el acompañamiento, la orientación y la transmisión honesta del conocimiento. Y es que, como bien dijo Tony Robbins, “la claridad en la comunicación es el primer paso hacia la comprensión”.
Hasta una próxima entrega.